Desde el mismo momento de nacer, una necesidad se nos convierte en inmediata: respirar. Conseguir aire para oxigenar nuestra sangre, favorecer el metabolismo celular y obtener energía. Sin embargo, esa misma dependencia se convierte con frecuencia en la puerta de entrada a las infecciones por virus respiratorios.
La extrema facilidad de propagación, la bajada de las temperaturas, el mayor tiempo pasado en espacios interiores y la reducción drástica del uso de mascarillas, hacen crecer la curva de incidencia de estas infecciones en el periodo noviembre-febrero (te recomendamos leer este artículo publicado en El País).
Son afecciones mayoritarias estos meses y suponen un impacto económico inmenso:
- Bajas laborales.
- Mermas en la asistencia y el rendimiento escolar.
- Colapsos en las consultas de los centros de salud y las urgencias hospitalarias.
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TogglePor qué hay un aumento de los virus respiratorios
Tras dos años con niveles altos de exigencia y vigilancia de los virus respiratorios, en los que tanto la gripe, como el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) de la bronquiolitis circularon muy escasamente, ahora son evidentes las muestras de recuperación exitosa de estos virus en coexistencia con diferentes variantes de coronavirus.
Un solapamiento de virus respiratorios que ya se conoce como la “Tripledemia”: la gripe es una vieja conocida, los coronavirus del Covid-19 se han empeñado en que los tengamos bien presentes y, hace unas semanas, las alarmas pediátricas por Bronquiolitis se han disparado en todos los hospitales.
Parece que el SARS-CoV-2, cercado por la inmunización de las vacunas y, sobre todo, la rebaja en las medidas de precaución, está dando cancha a otros virus conocidos de inviernos anteriores a la pandemia.
En cualquier caso, hay que afrontar esta situación confirmada de convivencia vírica.
¿Qué medidas son eficaces contra la Tripledemia, la triple amenaza?
¿Qué puedo hacer para protegerme del nuevo coronavirus y otros virus respiratorios?
Sin duda, prevenir las barreras que dificulten la entrada de virus con el aire que respiramos y recuperar cuanto refuerce nuestro sistema inmunológico. Entre algunas de las acciones que podemos hacer están:
- Procurar vacunarnos siempre que sea posible (con actualización de dosis).
- Usar mascarillas en zonas públicas concurridas.
- Mantener distanciamiento social.
- Lavarnos las manos con regularidad.
- Buscar consejo médico ante sintomatologías graves o resistentes.
- Actuar con responsabilidad para no ser propagadores, por ejemplo, contratando un servicio de desinfección.