El Palmeral de Elche se ha visto afectado por la invasión del picudo rojo. Hasta el momento han sido varios los tratamientos de control de plagas aplicados para salvar a las palmeras dañadas por la cucaracha. Sin embargo, ha sido la apuesta por el control biológico quien ha eliminado el 75% de los ejemplares.
Estos controles de éxitos contra el picudo rojo realizados en Elche se basan en la colocación de 182 trampas con el hongo autóctono Beauveria bassiana, descubierto en la propia provincia en el año 2005, del cual se impregna el insecto. Al relacionarse con otros picudos, éstos también quedan infectados, por lo que son éstos mismos el canal de propagación. El hongo se come a la especie invasora de dentro a fuera. Las larvas mueren en cuatro días; los adultos, en diez. Además, no es tóxico para los humanos ni para la fauna relacionada con los palmerales; es decir, es un producto sostenible. «Hemos conseguido que el mismo insecto haga de vehículo para la solución del problema, extendiendo el hongo a otras palmeras que no han sido tratadas previamente y, con ello, a otros picudos», relataba ayer un técnico del tratamiento.
El edil Manuel Rodríguez, declara que “es una herramienta sencilla para propagar y una solución muy eficaz”, aunque lamenta que la Unión Europea considere el hongo como parte de la lucha química, lo cual implica largos informes y extensos trámites burocráticos que autoricen el uso normativo del hongo.
Presupuesto dedicado a la erradicación del picudo
Las Comunidades Autónomas afectadas por el picudo rojo han destinado altas cuantía de presupuestos a la erradicación y preservación de las palmeras, por ejemplo la Generalitat de la Comunitat Valenciana ha destinado más de 25 millones de euros, cofinanciados con el Ministerio de Agricultura, desde el 2004. Esperemos que el hongo Beauveria bassiana sea la solución a la erradicación y no sigan muriendo las palmeras, que en muchas ocasiones, llegan a ser la imagen de las ciudades.
Fuente e imagen: diarioinformacion.com