Algunas premisas nos ayudarán a saber si tenemos chinches de cama. Primero hemos de ser conscientes de si los habitantes de la casa han sido picados. Sus picaduras son similares a la de los mosquitos, aunque bien es cierto que cada persona reacciona de diferente manera ante las picaduras, por lo que no es un diagnóstico muy fiable.
El mejor método para identificar infestaciones de chinches es buscar restos de estos animales. Para ello hemos de comprobar si hay pequeñas manchas de sangre en la cama, excrementos (son manchas oscuras muy pequeñas, suelen estar en grupos de hasta 10, pero también podemos encontrarlas dispersas) y buscar huevos, éstos tienen el tamaño de una cabeza de alfiler, por lo que hay que tener buena vista. Lo primero es inspeccionar el colchón el cabecero, el somier y la ropa de cama. Aunque también pueden estar detrás de un cuadro, en las cortinas, en armarios, rodapiés o tapajuntas. En cualquier lugar, pero sobre todo en la zona cercana a las camas, porque se alimentan exclusivamente de sangre y es un animal nocturno. Para eliminar chinches primero hay que cerciorarse de su existencia, después se aplicarán técnicas erradicación en general. El mejor método para hacerlas desaparecer es contratar el servicio de profesionales, ya que las chinches suelen ser resistentes a biocidas comunes. Debe asegurarse que la empresa contratada es especialista en chinches, como ACTUALIA, para asegurarle el éxito del servicio.
¿Cómo y dónde reaparecen las chinches en España?
Vuelven a España las chinches de cama después de casi medio siglo desaparecidas; han resurgido en todo el territorio, prestando especial atención a las zonas más turísticas. Los primeros insectos de este tipo se detectaron en 2004 en albergues de la ruta del Camino de Santiago y en hoteles de la Costa del Sol. De ahí, se han seguido extendiendo por múltiples factores, los más importantes: el desconocimiento de la especie, el incremento del turismo y del tránsito de mercancías y equipaje contaminados. De hecho, las llamadas a los servicios de control de plagas por este motivo se han incrementado un 70% en los últimos cinco años en España y Portugal.
