En el proceso de desarrollo de ciudades se incrementa el número de servicios sanitarios, culturales, de ocio, ofertas de empleo, etc. Por consiguiente, se modifica el entorno, con incidencia sobre las especies de animales que conviven con el ser humano.
Como consecuencia del crecimiento urbano aparecen plagas -generalmente de artrópodos y los roedores- asociadas al almacenamiento de alimentos, presencia de aguas residuales o tráfico de turismo, que transmiten de enfermedades. La elevada densidad de población incentiva la necesidad de contratar servicios de control de plagas para minimizar enfermedades asociadas. La modificación del entorno genera una ruptura del equilibro original entre presa-depredador, que mantenía el nivel deseado de animales. Ahora, es necesario realizar el equilibrio artificialmente, con el fin de fomentar la proporcionalidad inversa entre el control de plagas y enfermedades.
Efectos sociales por la presencia de plagas
La presencia de plagas puede suponer:
- Desperfectos de tejidos y debilitamiento de estructuras.
- Contaminación de alimentos.
- Entomofobia, pánico a la presencia de insectos.
- Picaduras dolorosas y/o reacciones alérgicas. (La alergia más común la producen los ácaros del polvo, 17%, seguidos de las cucarachas).
El objetivo último ACTUALIA, profesionales de control de plagas, es reducir las enfermedades e incrementar el nivel de bienestar.