Aparecen las orugas de Procesionaria
La Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un insecto del mismo orden que las mariposas (lepidópteros), con representantes adultos más parecidos a polillas y que reservan los colores y la espectacularidad para sus formas larvarias, las orugas.
Estas constituyen una de las grandes plagas forestales del área mediterránea y la principal causante de unas reacciones alérgicas severas en personas y animales. La crisis climática está agravando su expansión a nuevas zonas y adelanta su presencia estos últimos años.
Ver ‘La Procesionaria, un efecto más del cambio climático’.
El mejor modo de proteger las pinadas y asegurar nuestros paseos por el monte es conocer el ciclo biológico de esta especie, identificar sus momentos de debilidad y saber las fases con mayor actividad larvaria, las de mayor riesgo sanitario.
¿Cuándo es más peligrosa la Procesionaria?
Hacia final de verano, los meses de septiembre/octubre son los más peligrosos para el arbolado. Se produce en esas fechas el nacimiento de las jóvenes larvas de Procesionaria. Salen de los huevos depositados en julio en las ramas más tiernas de pinos, cedros y abetos, lanzándose con voracidad hacia los brotes y yemas de crecimiento de la planta. Este es el periodo claramente más peligroso para el árbol.
Conforme llega el frío, aumenta el agrupamiento de las larvas, procurando una protección mutua frente a la bajada de temperaturas y se inicia la construcción de los nidos de invierno. Muy fáciles de detectar en los árboles afectados, al constituir bolsones de seda blanquecina que aglomeran varios cientos de individuos y donde siguen creciendo protegidos del exterior.
Desde finales de noviembre hasta febrero se producen picos peligrosos los días con vientos persistentes o rachas fuertes. La agitación de las ramas provoca caídas de bolsones y una tremenda dispersión de millares de pelos urticantes generados por las orugas.
En función de la zona y de la variabilidad térmica de cada año, a partir de marzo/abril ocurre el espectáculo gregario de las procesiones. Las orugas de Procesionaria, ya en su último estadio, descienden por los troncos de los árboles en fila india, componiendo largas hileras hasta llegar al suelo y enterrarse para formar las crisálidas y pupar.
Esta fase donde las vistosas columnas de orugas lucen dorsos coloreados y largos pelos urticantes (señales de alerta a sus depredadores), es el momento crítico por las graves reacciones alérgicas que pueden producir por contactos o al olfatearlas los animales.
Aproximadamente dos meses después, las pupas enterradas habrán completado definitivamente el desarrollo de las nuevas mariposas, que entre junio-julio realizarán sus vuelos nupciales y las puestas de huevos que reinicien otra temporada.
¿Qué reacciones pueden producirnos?
El contacto accidental o imprudente con este insecto o con sus bolsas de anidamiento conlleva consecuencias importantes:
Reacciones Respiratorias.
- Picor de nariz
- Tos
- Complicaciones respiratorias (+/- graves según la sensibilidad del afectado)
Reacciones Oculares.
- Enrojecimiento de la conjuntiva
- Edema en los párpados
- Picor general y lagrimeo
Reacciones Dérmicas.
- Dermatitis papulosa (una erupción extensiva de granitos rojos y picazón intensa)
- Urticaria que desarrolla zonas irritadas y ronchas
- El rascado irresistible contribuye a extender más la sintomatología y a la aparición posterior de erosiones y pústulas
De ocurrir un encuentro ocasional con orugas de procesionaria, hay que evitar siempre el contacto y apartar a los niños y mascotas de las proximidades con los insectos.
Tengamos siempre presente que las personas alérgicas o con afecciones respiratorias pueden sufrir mayores complicaciones con estas interacciones.
¡Alerta! ¿Cómo actuar en caso de contacto?
Sobre todo, procurar la calma, separarse de la zona de riesgo y evitar nerviosismos.
- Si ha caído alguna oruga sobre nosotros, habrá que retirarla con algún elemento que nos ayude a ello, pero nunca con las manos desnudas.
- Lavar las zonas afectadas con agua, procurando desprender y arrastrar los pelos urticantes que pudiera haber sobre la piel
- Aplicar, si es posible, hielo sobre los enrojecimientos para reducir la sensación de picor.
- Ya en casa, retirar la ropa contaminada, lavar todo el cuerpo con agua y jabón, aplicar geles hidratantes (por ejemplo, de aloe vera) y si fuera necesario tomar algún antiinflamatorio.
- Para situaciones complicadas o de alergias, consultar al médico.
Protege tus pinos de la procesionaria y disfruta tranquilo al aire libre
Contar con algún pino en el jardín o con un grupo de ellos aporta esa sensación de frescor y la maravillosa sombra para las tan recordadas siestas de verano.
Se apuntaban antes las fases más peligrosas del desarrollo de Procesionaria y existen diferentes técnicas y elementos diseñados expresamente para interferir la progresión de la plaga en esos momentos concretos.
Una buena Gestión de Plagas siempre atiende al entorno natural donde se va a actuar, para evitar impactos innecesarios y consecuencias sobre otras especies fuera del objetivo.
Por tanto:
- Impidiendo o reduciendo al máximo la puesta de huevos de procesionaria en el arbolado, se rebaja drásticamente la potencial presencia de la plaga sobre los pinos. Al comienzo del verano es importante la colocación de trampas con feromonas para la captura selectiva de mariposas de procesionaria.
- Entre finales de verano/inicio de otoño es el momento para la protección preventiva de cada pino. Es cuando nacen las larvas. Mediante técnicas de endoterapia se incorpora un biocida selectivo a la savia del árbol, consiguiendo que el propio sistema vascular de la planta distribuya homogéneamente el agente de control por todo el pino y se defiendan las partes juveniles y tiernas, las más propensas al ataque de las orugas.
- Para árboles que no han contado con la protección previa adecuada (o esta ha sido insuficiente), es fácil que aparezcan los bolsones de invierno y que surjan hileras de orugas descendiendo luego en los meses de primavera. Es importante retirar las bolsas de anidamiento con pértigas de poda y recogida, así como disponer anillos de captura alrededor de los troncos, para eliminar las orugas en sus bajadas a tierra.
- Son fundamentales el estudio concreto de cada caso y la decisión de las acciones combinadas a su debido tiempo para alcanzar los mejores resultados.
