Los ojos rojos en la piscina son motivados por las cloraminas que persisten en el agua de baño. Éstas se forman cuando el cloro libre reacciona con nitrógeno, compuesto presente en los fluidos orgánicos de los bañistas como la sudoración, saliva, orina, mucosa o aceites solares. Por tanto, cuando el cloro libre entra en contacto con el nitrógeno, genera las cloramina que causan un fuerte olor a desinfectante, enrojecimiento de los ojos, sequedad de la piel, etc.
Para minimizar los efectos de la cloramina, se recomienda el uso de gafas de bucear, ducharse antes y después del baño y orinar en los servicios, nunca en el agua de baño. Sin embargo, la medida más efectiva contra los ojos irritados por el exceso de cloro en la piscina es la instalación de un equipo de electrólisis salina, ya que destruye las cloraminas presentes. Los sistemas de electrólisis salina de ACTUALIA, junto con los kits de control automático de pH y ORP, es el tratamiento de piscinas que ofrece la solución permanente a los problemas de cloraminas -causantes de los ojos rojos en la piscina- ya que las destruyen. A su vez, el equipo de electrólisis genera un nivel mínimo pero suficiente de cloro a partir de la sal común, manteniendo desinfectada el agua.
La electrólisis salina es la solución contra los ojos irritados por el cloro de piscina
Ya no hay que sufrir el exceso de cloro en la piscina como método de desinfección. Con el sistema de electrólisis salina se destruyen las cloraminas y demás compuestos organoclorados cancerígenos generados por la reacción de la materia orgánica presente en el agua y que con la cloración tradicional no se eliminaría.
La concentración de sal no propicia ojos rojos en la piscina ni escozor, pues la cantidad de sal es entre 6 y 9 veces inferior a la del agua de mar:
- Agua de mar: 35.000 ppm
- Cuerpo Humano: 9.000 ppm
- Agua con equipos de electrólisis salina ACTUALIA: 4.000-6.000 ppm