Las zonas donde predomina un clima cálido son candidatas a una mayor manifestación de incidencias originadas por insectos. Nuestro país mantiene gran parte del año una media de temperaturas suaves, favorables para un importante flujo de turistas, pero también al crecimiento de otra población muy numerosa que vive oculta gran parte del tiempo y que puede causar graves daños estructurales y económicos: las termitas.
Termitas subterráneas en Tenerife.
Generalmente en primavera, cuando la colonia que crece en un termitero está completamente desarrollada, emerge la casta de las termitas aladas, las encargadas de colonizar nuevos territorios y fundar otra colonia.
¿Qué hace especiales a las termitas aladas?
- Estas termitas son cuidadas como un grupo de élite dentro del termitero. Las obreras de la colonia las alimentan escogiendo los mejores nutrientes que el nido puede ofrecerles. Son una parte clave en el futuro de la colonia y hasta de la perpetuidad de la especie.
- Como son los únicos individuos que salen del termitero y se enfrentan al exterior y a la luz, cuentan con una exclusividad diferencial, tienen ojos y un cuerpo pigmentado (color negro).
- Están pertrechadas para durar, por eso se proveen de una reserva de grasa extra. Dependen de ella hasta completar el vuelo de apareamiento, realizar la puesta en el lugar escogido y que, de la eclosión de los primeros huevos, surjan nuevas obreras que recolecten alimento.
- Aunque los vuelos suelen darse con la llegada del buen tiempo al encuentro de condiciones más favorables para el éxito de las nuevas colonizaciones, también pueden ocurrir como respuesta a situaciones de estrés (destrucción del termitero, depredadores o alteraciones de la estabilidad, como lluvias torrenciales o sequías prolongadas).
- Las termitas voladoras no atacan la madera, tienen una vida corta y limitada a la reproducción. Eso sí, son un claro signo indicativo de la cercanía de asentamientos de termitas.
- Previo al inicio de los vuelos, estos reproductores alados sincronizan el momento mediante señales químicas de feromonas, por eso las salidas son masivas y avisan a otras colonias cercanas para facilitar la enjambrazón.
Termitas voladoras y hormigas aladas
Las termitas voladoras pueden confundirse con otros insectos y muy especialmente con las formas aladas de hormigas, que suelen coincidir en querencia por salir al exterior tras una tormenta de primavera-verano.
Termitas y hormigas son insectos sociales que viven formando grandes colonias en nidos comunitarios. La sobrepoblación de un nido y los requerimientos de nuevos emplazamientos impulsan a ambos grupos a lanzar los vuelos nupciales, que, además, pueden ser coincidentes en las estaciones de primavera y otoño.
Estas similitudes hacen importante resaltar las características que marcan diferencias para asegurar unas identificaciones correctas.
- Comparemos la MORFOLOGÍA CORPORAL.
- Las termitas tienen un cuerpo grueso y bastante uniforme, sin distinciones nítidas tórax-abdomen.
- Las hormigas, por el contrario, sí marcan un estrechamiento entre el tórax y el abdomen.
- Comparemos ALAS.
- Ambos grupos presentan dos pares de alas, pero en las termitas todas las alas son de igual tamaño (Isópteros), mientras que las hormigas tienen el segundo par de alas más pequeño que el primero.
- Con el insecto en reposo, las alas de termitas quedan superpuestas y alineadas. Las hormigas mantienen las alas separadas.
- Comparemos ANTENAS.
- El par de antenas rectas es característico de las termitas, mientras que las hormigas presentan unas “antenas acordadas”, claramente dobladas en ángulo de noventa grados.
Termitas aladas como señales de riesgo
¿Cómo deshacerse de las termitas con alas?
Eliminar las termitas aladas que pueden aparecer dentro o en la proximidad de edificios, no sirve de gran cosa para evitar daños estructurales, pues como hemos dicho antes, esta casta no causa daños en la madera.
Sin embargo, la presencia confirmada de estos insectos es un claro indicio de un peligro latente no muy alejado de esa posición.
Encendida la luz de alerta, resulta evidente la necesidad de abordar una revisión minuciosa del entorno y de los elementos con mayor riesgo de verse afectados.
Contar con especialistas en estas tareas es fundamental para una diagnosis inicial, la valoración de influencias y conclusiones, y el desarrollo del plan de actuación más adecuado a las circunstancias que concurren en cada caso.
