El aumento de las temperaturas lleva asociado un incremento de la población de plagas domésticas en la cocina, como cucarachas, hormigas o moscas, con el consiguiente riesgo de infección de los alimentos. Las plagas en la cocina pueden ser transmisoras de enfermedades porque contaminan los alimentos que consumimos o manipulamos.
En verano se debe intensificar la limpieza en el hogar, sobre todo en la cocina, para conseguir unas condiciones de limpieza óptimas y asegurar la seguridad alimentaria.
Consejos para protegernos de las plagas en la cocina
Hay que evitar deficiencias estructurales que impidan la correcta limpieza del lugar o que sirvan como refugio para las plagas en la cocina.
La suciedad, desperdicios y humedad son factores que atraen a los insectos. Por ello, hay que evitar goteo en grifos, agua estancada, basura a la intemperie o restos de comida en el hogar.
La lucha contra las plagas en las cocinas debe tener en cuenta algunos puntos básicos:
- Para evitar que entren, antes de almacenar los alimentos, debe comprobarse si hay alguna plaga.
- Mantener puertas y ventanas cerradas.
- Limpiar de forma rápida cualquier líquido que derrame.
- Mantener las zonas donde se almacenan alimentos limpias y sin humedad.
- Reparar grifos que goteen o estén obstruidos.
- Guardar la comida en recipientes herméticos.
- Consumir antes los productos que lleven más tiempo en la despensa.
- Depositar la basura en contenedores que tengan tapadera y vaciarlos de forma periódica.
- Mantener los animales domésticos fuera de las zonas de preparación de alimentos.
Fuente: Consumer